martes, 29 de noviembre de 2011

eladia blázquez

Fue ELADIA BLÁZQUEZ una gran figura dentro del mundo del tango. Por su relación con nuestro pueblo la incluimos en nuestro rincón de "personajes". El texto adjunto puede considerarse una biografía suya. Sirvió para apertura del IV festival de tango en Lanjarón. Os gustará.



 IV FESTIVAL DE TANGO
“ELADIA BLÁZQUEZ”.
 LANJARÓN. 1-4 nov. 2007.


CONFERENCIA INAUGURAL a cargo de Fernando Rubio Muñoz.

Buenas tardes, queridos paisanos, queridos cañoneros. Bienvenidos.
Tenemos muchas referencias de ELADIA y algunos tenemos recuerdos de su no lejana presencia en nuestro pueblo. Este es el cuarto año en que su música, su “presencia”, está con nosotros. Pero nos faltaba algo: conocer pormenores de su vida. He recogido muchas cosas que hoy traigo ante vosotros. Creo que es importante que las conozcamos.
Tengo el placer emocionado de ofrecéroslas sin más dilaciones.
Vamos a ello.


Estas dos personas son el matrimonio
  Miguel Mingorance Jaraba y Margarita Alonso Jaraba. 
     Él, de Lanjarón y ella de Granada, aunque de padres 
      eran de Lanjarón.
Algunos de Uds. les reconocerán. Él era conocido con el apodo de Reverte, quizás referido al famoso torero.
Vivieron en la casa que hace esquina en la izquierda de la Placeta Colorá, en la que hoy hemos colocado una placa de cerámica dedicada a su nieta.
En esa casa, el 24 de septiembre de 1901 les nació una niña, a la que pusieron de nombre Eladia-Mercedes.

                                         (Partida de nacimiento de Eladia Mercedes)

Era una familia como otras muchas del pueblo y de la España de entonces, en las que la escasez era el pan de cada día. Los bancales daban para poco más que la subsistencia. Buscando, como tantos otros, una salida para la situación, Miguel y Margarita, con su familia, decidieron subirse al barco de la emigración a tierras americanas. Allá por el año 1922 se fueron, con el desgarro de dejarse atrás unas raíces familiares hundidas por siglos en estas tierras serranas y con la incertidumbre y la esperanza mezcladas en sus corazones. Dejando casa, tierra, familiares; dejando las raíces arrancadas ya para siempre… Estas raíces que hoy intentamos recuperar escarbando en la memoria.
 
         Eladia-Mercedes con sus hijos José Miguel y Eladia.

Se instalaron en Argentina, en Avellaneda, prolongación sureña de Buenos Aires, lugar de crecimiento por la emigración. Y, por lo mismo, barrio considerado por mucho tiempo como pobre o, más suavemente, como humilde. Paisaje fabril, calles de tierra…

Eladia-Mercedes se casó con otro emigrante como ella, originario de las tierras salmantinas: José Blázquez, carpintero de profesión. Corría el año 1927.
 Les nació un hijo, José Miguel, en 1929, y casi tres años después, cuando Eladia - Mercedes tenía 30 años, les nació otra hija, a la que pusieron el mismo nombre de su madre: Eladia.
Después nació otra hija, Claudia, que murió con cinco años de edad.
                                          (José Miguel y Eladia )

ELADIA fue, por tanto, la 2ª de tres hermanos. Y su nombre completo ELADIA BLÁZQUEZ MINGORANCE.
Nacida el 24 de febrero de 1931.
Exactamente la calle donde nació se llamaba Florencio Varela y el barrio era el llamado “Gerli”, dentro del Distrito de Avellaneda.  Años después se trasladaron a la calle Rodríguez Peña.

De esta niña nos ocupamos. De esta NIETA de nuestro pueblo.

 “Nací en un barrio donde el lujo fue un albur.
  Por eso tengo el corazón mirando al Sur.”
Emigrantes de nuestro pueblo anteriores a esta familia habían fundado el “CENTRO LANJARÓN GRANADINO”, un local de reuniones y fiestas, punto de reunión de paisanos y españoles en general.


 Poseo un prospecto del año 36 en el que se anuncia a los socios la fiesta a celebrar con motivo del carnaval. No me resisto a leerles un párrafo:
   “Si quiere ud. divertirse y le agrada lo flamenco concurra al C.L.G. y podrá bailar, cultivar el buen humor andaluz, sus canciones y sus bailes. Allí las penas se olvidan, la tristeza se desvanece”...
 Era lo que después se llamó Casa Regional.

También disfrutaba el local de un folclorismo gastronómico típico. Se hicieron famosos el”pollo al ajillo”, los potajes, los pucheros, los diversos platos sazonados con tomillo, romero, ajo, hierbabuena,  “entre macetas floridas, rejas, música de guitarra y brazos de amistad”, como dice el texto de un periódico de la época.

Escrito en una de sus paredes podía leerse: “Si Vd. toma un barco equivocado y recala en Andalucía, no se arrepienta: ha llegado al corazón del mundo”.

En una de aquellas tardes de domingo bailonas y sandungueras se conocerían Eladia y José. En buena hora, porque aquel amor dio el fruto de la gran artista de la que nos ocupamos.

Con el tiempo fue cambiando de nombre (se llamó “Rincón Familiar Andaluz”) porque fue siendo menor la proporción de emigrantes paisanos nuestros. Aún existe. Por si a alguien le interesa el dato, está en la calle Carlos Calvo 3745 de Buenos Aires. Antes estuvo en la calle Lima 733.  

Si les hago referencia de este centro es por el hecho de que fuera fundado por gente de aquí, por “cañoneros”.
 Dado el ambiente folclórico del sitio, no es de extrañar que Eladia hiciera sus primeros pinitos cantando copla española en aquel lugar y que desde allí iniciara su carrera artística.

Los inmigrantes españoles formaban en Buenos Aires un público enorme; tanto, que llegó a decirse que allí había más gallegos que en Galicia. De entonces queda el dicho popular de llamar “gallego” a cualquier español.

La situación económica de sus padres había ya mejorado y Eladia pudo, desde niña, acudir a clases especiales de música y canto.
Ya a los cinco años, Eladia aprendía música tocando un pequeño xilófono fabricado para ella por uno de sus tíos maternos. Solía tocar en casa para la familia. Apuntaba maneras de toda la genialidad que desarrollaría más adelante.
                                                  
Por entonces, y por su entorno, los aires llevaban y traían fandangos y diversas formas de flamenco que la niña captaba y que canturreaba con muy buenas maneras. A los ocho años ya se había dado a conocer en la radio, en el teatro “Amado Nervo” del mismo barrio, y en círculos vecinales, cantando acompañada de su guitarra o de su piano, que había aprendido a tocar de oído.
Al mismo tiempo, seguía acudiendo a clases música y de perfeccionamiento vocal. Interpretaba canciones populares, como cluecas o valses peruanos. Y empezó a mostrar una considerable habilidad con las coplas del folclore andaluz, cosa que aprendió de su propia madre.

Eladia decía: “Mi vocación se despertó siendo muy pequeña y tuve la suerte de que mis padres supieran captarla. Quiero remarcar que sin el apoyo de ellos nada hubiera sido posible. Mis juguetes no fueron como los de los demás niños: usando la delgada tabla con la que mamá aventaba la modesta cocina de carbón, repiqueteaba los deditos como instrumento con el que marcaba el ritmo de las coplas de moda que canturreaba. Recuerdo también una hilera de botellas en una estantería de casa, pacientemente rellenadas con agua a distintos niveles formando la escala musical de sonidos y que yo armonizaba golpeando con una cuchara vieja.”

Antes de los diez años ya era una estrella infantil en la emisora LR2 Radio Argentina. Y a los once realizó su primera composición con la canción Amor imposible.

“Recuerdo el viejo patio de la casona donde funcionaba Radio Argentina, mis escapadas a la sala de ensayo para buscar melodías en el piano con mis dedos pequeños y recuerdo un guapo joven que me levantaba en brazos y me lanzaba y me recogía en el aire  porque le hacía gracia que siendo tan niña mostrara tanta vocación por la música. Era Hugo del Carril.”

Durante toda su juventud, de los diez a los veinte años, interpretó canciones desde la copla española a la melódica sudamericana de varios países. Se fue luego centrando en el folclore argentino, acabando dedicada por entero al tango y la balada.

“Mi adolescencia fue diferente de la de otras muchachas no sólo por la profesión que elegí sino también por una manera introvertida de ser. Leía mucho, meditaba, hacía música, tarareaba coplillas que yo me inventaba y jugaba mucho con la imaginación. Ese mundo interior ya empezaba a nutrir ese caudal creativo que llevaba dentro. Por entonces, las canciones españolas constituían mi carrera y las recuerdo con profundo cariño. Fue como un llamado de mis ancestros aunque el destino, a la postre, me encaminó hacia otras creaciones, como boleros y cuplés españoles influidos por los recuerdos de mi niñez”.
   
Como homenaje a García Lorca compuso, a los veinte años, la obra Mi vinito de Jerez. A los 25 años ya era una consagrada compositora, intérprete de sus propias canciones. A los 30 ya tenía en su haber obras como Humo y alcohol, Río, río, Mala suerte o Ya me voy, ya me voy yendo, de claro acento folclórico.
En 1966, con 35 años, sufrió la pérdida de su madre por cáncer de páncreas. Lamentable pérdida porque su madre la acompañaba en sus actuaciones y viajes. Meses después murió también su padre.

Ganó el “Festival de la canción” de Buenos Aires en los años 68 y 70 con No es un juego el amor el primero y con su tango Mi ciudad y mi gente, el segundo.

Aunque me dé la espalda de cemento
y me mire transcurrir indiferente
es ésta mi ciudad... ¡Esta es mi gente!
No podría mirar con orgullo
otro cielo que no fuera el tuyo.
Y entre tu gente moriré contenta
porque soy como vos, que se niega o se da.
¡Te proclamo, Buenos Aires, mi ciudad!


 Este éxito, en el borde ya de la edad de los cuarenta y viendo que sus intentos con el tango daban sus buenos frutos, le decidió a dedicarse por completo a la melodía porteña pero como una evolución de su carrera y no como rechazo o abandono de su actividad anterior. De hecho, sus canciones de amor y melódicas de la pasada etapa le habían servido para asentar la calidad de su voz, entrenamiento para su composición y posicionamiento para los temas de su inspiración poética. De esta época apenas se encuentran grabaciones y éstas son en los antiguos discos de vinilo. Hata los años 70 no se comercializaron loa llamados LP. Compuso unas 300 canciones pero sólo tenemos grabación de 90, recogidas en 7 LPs. Que no es poco.

Apareció en el mercado su primer LP dedicado al tango en el que estaban temas tan importantes como Sueño de barrilete (cometa) o el citado Mi ciudad y mi gente. Empezaba así a definirse claramente su posicionamiento ideológico y social. A través del tango habló de amor y de convivencias humanas no encasilladas dentro de la pareja. En sus canciones no faltó nunca el respeto querido por sus orígenes o su humilde barrio, ni la ternura por sus semejantes, ni la crítica social. Precisamente en 1973, cuando imperaban las ideas políticas radicalizadas de los peronistas grabó El precio de vencer, con un texto de clara rebeldía.

Eladia había ya dejado Avellaneda y se había trasladado a vivir a Buenos Aires. El barrio de su infancia le quedaba hacia el sur.

Cada mañana, cuando abro la ventana, espontáneamente mi mirada se dirige al Sur. Y un remolino de recuerdos revolotean por mi mente”.

Su barrio y su gente permanecerán siempre en su vida como en sus canciones. Y en estos pilares se basa el período más conocido de su carrera, en el que compone muchos de sus temas inolvidables, entre ellos el tango más emblemático entre los suyos, “El corazón al sur”, que luego fue tomado como himno por los exiliados argentinos.




EL CORAZÓN AL SUR

Nací en un barrio donde el lujo fue un albur:
por eso tengo el corazón mirando al sur.
Mi viejo fue una abeja en la colmena,
las manos limpias, el alma buena.

Y en esa infancia la templanza me forjó;
después, la vida mil caminos me tendió
y supe del magnate y del tahúr.
Por eso tengo el corazón mirando al sur.

Mi barrio fue una planta de jazmín,
la sombra de mi vieja en el jardín;
la dulce fiesta de las cosas más sencillas
y la paz en la gramilla de cara al sol…
Mi barrio fue mi gente que no está;
las cosas que ya nunca volverán;
si desde el día que me fui,
con la emoción y con la cruz,
¡yo sé que tengo el corazón mirando al sur!

La geografía de mi barrio llevo en mí;
será por eso que del todo no me fui;
la esquina, el almacén, el piberío
los reconozco… son algo mío.
Ahora sé que la distancia no es real
y me descubro en ese punto cardinal
volviendo a la niñez desde la luz,
teniendo el corazón mirando al sur.

“El por qué mi inspiración se fue inclinando hacia el tango es un misterio que nunca me he podido explicar, dadas mis fuertes raíces españolas. Quizás en el fondo del tango y del flamenco existe la misma raíz pasional.”

Antes de ella el tango se limitaba a temas más o menos lastimeros de amor fracasado, engaños, traiciones y nostalgias. Y la mujer apenas había ocupado otro puesto en ese mundo que el de mera cantante. Eladia había manifestado a un amigo:

¿Es que las mujeres no formamos parte de este enjambre humano que es Buenos Aires y no nos duele igual su trasfondo gris que nos destiñe a veces la alegría y nos hermana con nuestras más puras esencias?”

En esa línea de situar a la mujer en un plano más elevado se movió, y con evidente éxito. Pero fue más allá en su revolución creadora: introdujo en sus textos protesta social, inconformismo, o denuncia. Y así durante el resto de su vida, que fue larga.

Nadie antes que ella había logrado crear tangos de tanto éxito de letra y hasta de calidad. Salvo la pareja Piazzola- Horacio Ferrer. O Discépolo. Pero, desde luego, ninguna mujer. Ni antes ni después.
Ella creó un tango canción verdaderamente nuevo, con una rara habilidad para combinar notas y palabras. Sus canciones gustaron incluso a gentes no amantes del tango.

Fue recorriendo a través de su vida de artista diversos caminos, según las circunstancias, buscando siempre lugar para su empuje creador. Llegó a componer unos trescientos temas, canciones que interpretó en diversos sitio y épocas aunque sólo grabó unos ochenta.

Le tocó vivir las dictaduras de Videla o Gualteri, la guerra de las Malvinas, y todo el caos económico y social de todo el último tercio del siglo XX. Ella siguió en su línea inconformista, si no de militante activa sí de denuncia social escondida entre sus notas musicales.

Eladia fue dejando su impronta crítica en sus composiciones. Así en El circo y los payasos o en Somos como somos,

¡Cómo somos!...
Sensibleros, bonachones
compradores de buzones
por creer en el amor,
con tendencia al melodrama
y a enredarnos en la trama
por vivir en la ficción.
¡Cómo somos!...
Como un niño acobardado
con el andador gastado
por temor a echarse a andar.
                          ¡Vamos!... aprendamos pronto el tomo
                          de asumirnos como somos
                          o no somos nunca más.”

La dictadura militar prohibió algunas de sus canciones. Por ejemplo
                             Prohibido prohibir

No se puede prohibir, ni se puede negar
el derecho a vivir, la razón de soñar...
No se puede prohibir, el creer ni el crear,
ni la tierra excluir, ni la luna ocultar...

No se puede prohibir, ni una pizca de amor,
ni se puede eludir que retoñe la flor...
Ni del alma el vibrar, ni del pulso el latir,
ni la vida en su andar... No se puede prohibir.

No se puede prohibir, la elección de pensar
ni se puede impedir la tormenta en el mar...
No se puede prohibir, que en un vuelo interior
un gorrión al partir busque un cielo mejor...

No se puede prohibir, el impulso vital,
ni la gota de miel, ni el granito de sal...
ni las ganas sin par, ni el deseo sin fin
de reír, de llorar... No se puede prohibir.

No se puede prohibir, el color tornasol
de la tarde al morir, en la puesta de sol.
No se puede prohibir, el afán de cantar,
ni el deber de decir lo que no hay que callar...

Sólo el hombre incapaz de entender, de sentir,
ha logrado, al final, su “grandeza”: prohibir,
y se niega el sabor y la simple verdad,
de vivir en amor y en total libertad...

Si yo tuviese el poder de poder decidir...
Dictaría una ley... ¡es prohibido prohibir!

En la época de los 90 del presidente Carlos Menem también se prohibió, por su crítica dura y terminante
          Argentina, primer mundo,

En el medio de este “mambo”y el delirio más profundo
el cartel de primer mundo nos vinieron a colgar.
Tan grotesco es el absurdo, tan inmundo está el chiquero
que mirando el noticiero ¡me reí por no llorar!
Todo el mundo está en el oro dando vuelta de la nuca
¡Nos vendieron hasta el loro, la altivez, la dignidad!

No terminan de asombrarnos y es tan grande el desatino
que a la leche y hasta el vino, hoy por hoy,
¡les tenés que desconfiar!

Y me duele que sea cierto... con dolor del más profundo
porque si esto es primer mundo,¿este mundo dónde está?
Si parece la utopía de un “mamao” voy a hacértela bien corta
¡Se afanaron con la torta, el honor y la verdad!

Nos están pudriendo el aire, nos cambiaron el idioma,
hoy la “caca” de paloma es más limpia que el honor.

¡La justicia ya sin venda a un corrupto le hace un guiño,
y acomoda el desaliño del poder y del favor!
En un loco “todo vale”, un caniche acicalado
“morfa” más que un jubilado que no llega a fin de mes.
Y en la cruda indiferencia entre el cólera y el “curro”
hay un juez que se hace el “burro” y también...
¡hay un burro al que hacen juez!

Pero su crítica no era pesimista. Sus canciones, aunque con sentido intencionado, incluso de protesta directa, siempre dejaban un sello de optimismo, de esperanza en el ser humano, de confianza en su capacidad de superación.

Unos familiares suyos, aquí presentes, Manolo Lozano Castro y su mujer, Carmen Gutiérrez Mingorance (¡qué presente está hoy este apellido!) me han facilitado un poema suyo que no es canción y sí es un mensaje de lo que acabo de decir:

En sus palabras hay una gran alegría de vivir… a pesar de todo…


A PESAR DE TODO

A pesar de todo, me trae cada día
la loca esperanza, la absurda alegría.
A pesar de todo, de todas las cosas,
me brota la vida, me crecen las rosas.
A pesar de todo, me llueven luceros,
invento un idioma diciendo... ¡te quiero!
Un sueño me acuna y yo me acomodo
la almohada de luna, a pesar de todo.
A pesar de todo, la vida, que es dura,
también es milagro, también aventura.
A pesar de todo, irás adelante,
la fe en el mañana, será tu constante.
A pesar de todo, dejándola abierta,
verás que se cuela el sol por tu puerta...
No hay mejor motivo, si encuentras el modo,
que sentirte vivo, a pesar de todo.

A pesar de todo... ¡qué dulce tibieza!
acechar tus pasos, tendida la mesa.
A pesar de todo, el mágico asombro
de un beso y dos alas creciendo en mis hombros.
A pesar de todo, ¡Ah! la fantasía
tejiéndonos sueños de amor y poesía...
Ciegos delirantes, esquivando el lodo,
vamos adelante, a pesar de todo.

A pesar de todo, estoy aquí puesta,
los pájaros sueltos y el alma de fiesta.
A pesar de todo, me besa tu risa
y el duende y el ángel del vino y la brisa.
A pesar de todo, el pan y la casa,
los chicos que crecen jugando en la plaza...
A pesar de todo, la vida... ¡qué hermosa!
siempre, y sobre todas, todas las cosas.

Hay más. Y como es hermoso su contenido, permítanme que insista en ello. Que lo diga ella misma en su canción con la que da título a su último disco:

     CON LAS ALAS DEL ALMA
                              
Con las alas del alma desplegadas al viento,
desentraño la esencia de mi propia existencia
sin desfallecimiento y me digo que puedo
como en una constante
y me muero de miedo pero sigo adelante.

Con las alas del alma desplegadas al viento,
porque aprecio la vida en su justa medida
al amor lo reinvento, y al vivir cada instante
y al gozar cada intento, sé que alcanzo lo grande
con las alas del alma desplegadas al viento.

Con las alas del alma desplegadas al viento,
más allá del asombro me levanto entre escombros
sin perder el aliento
y me voy de las sombras con algún filamento
y me subo a la alfombra con la magia de un cuento.

Con las alas del alma desplegadas al viento,
atesoro lo humano cuando tiendo las manos
a favor del encuentro por la cosa más pura,
con la cual me alimento, por mi pan de ternura,
con las alas del alma desplegadas al viento.

Con las alas del alma desplegadas al viento,
ante cada noticia de estupor, de injusticia,
me desangro por dentro
y me duele la gente, su dolor, sus heridas,
porque así solamente interpreto la vida.

Con las alas del alma desplegadas al viento,
más allá de la historia, de las vidas sin gloria,
sin honor ni sustento,
guardaré del que escribe su mejor pensamiento.
Quiero amar a quien vive con las alas del alma
desplegadas al viento, al viento, al viento...                     

 Y algunas más, envueltas no sólo en ritmo tanguero sino en aires de influencias habaneras. Puede que esto encerrara una alusión política simpatizante con la socialización cubana.

Me refiero a Contra viento y marea, El amor total, Y somos gente, Bien nosotros  y la aleccionadora
                   
                     HONRAR LA VIDA.


¡No! Permanecer y transcurrir
no es perdurar, no es existir,
¡ni honrar la vida!
¡Hay tantas maneras de no ser,
tanta conciencia sin saber,
adormecida!...
Merecer la vida no es callar y consentir
tantas injusticias repetidas...
¡Es una virtud, es dignidad
y es la actitud de identidad más definida!
Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir
porque no es lo mismo que vivir...
¡Honrar la vida!

¡No! Permanecer y transcurrir
no siempre quiere sugerir
honrar la vida.

¡Hay tanta pequeña vanidad
en nuestra humanidad
enceguecida!...
Merecer la vida es erguirse, vertical,
más allá del mal, de las caídas...
es igual que darle a la verdad
y a nuestra propia libertad
¡la bienvenida!...

Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir.
¡Porque no es lo mismo que vivir...
honrar la vida!

Esta protesta estaba incluida en algunas de sus canciones pero entre ellas mezclaba algunas otras de clara nostalgia o cantos a la tierra en que vivió o a sus orígenes. Por ejemplo, en la habanera “Si te viera Garay”, no sólo canta el crecimiento de su Buenos Aires, la ciudad que fundara el español  Juan de Garay en 1580.

 Por cierto, y como anécdota: A la ciudad se le puso el nombre de: “Ciudad de la Santísima Trinidad y puerto de Santa María de los Buenos Aires”                                

 ¡Ay!... Si te viera Garay!
Si te ve...
lo bonita que estás,
de orgulloso no más
él te funda otra vez.

Luego se dirige al puerto y a sus orígenes españoles diciendo:

Quien inventó tu puerto, ¡qué bien lo hizo!
Con sus ojos abiertos, mirando al mundo,
fueron las aguas tuyas como el bautizo
para aquellos que anclaban en tu terruño.

En las crecidas rosas de tu progreso
hay un poco de sangre de mis abuelos
que llegaron soñando con el regreso                                            
y eligieron morirse bajo tu cielo.

Durante tantos años de trabajo artístico con toda clase de personajes famosos. Tenemos algunas muestras:
(Con Pablo Ziegler,
(pianista del conjunto de Piazzola).
 
            
                                                     (Con Joan Manuel Serrat)                                                                                      
                                              
(Con el escritor Ernesto Sábato.)


De la calidad del contenido de sus canciones nos damos cuenta en cuanto las leemos o las escuchamos detenidamente; pero una muestra de la aceptación y reconocimiento de su calidad poética la dio el gran Astor Piazzola, el compositor que llevó al tango a niveles de composición para orquesta sinfónica, al hacer una excepción en su línea musical y permitir a Eladia poner letra a su tango Adiós Nonino que él compuso cuando murió su padre.

Vamos a oírselo.
                  
                   ADIÓS NONINO.
                                   (De A.Piazzola y Eladia Blázquez.)

Desde una estrella al titilar…
me hará señales de acudir;
por una luz de eternidad
cuando me llame, voy a ir.
A preguntarle por ese niño
que con su muerte lo perdí,
que con “Nonino” se me fue…

Cuando me diga: “ven aquí”…
Renaceré… Porque…
¡Soy…! la raíz del país
que amasó con su arcilla.
¡Soy! sangre y piel del “tano” aquél
que me dio su semilla.
¡Adiós “Nonino”, qué largo sin vos
será el camino.
¡Dolor, tristeza, la mesa y el pan…!
Y mi adiós… ¡Ay! mi adiós
a tu amor, tu tabaco, tu vino.
¿Quién, sin piedad, me robó la mitad
al llevarte, “Nonino”?...
Tal vez un día yo también, mirando atrás,
como vos, diga ¡Adiós, no va más!

(Recitado):
Y hoy mi viejo “Nonino” es una planta,
es la luz, es el viento y es el río…
Este torrente mío lo suplanta,
prolongando en mi piel su desafío.
Me sucedo en su sangre, lo adivino.
Y presiento en mi voz su propio eco.
Esta voz que una vez me sonó a hueco
cuando le dije adiós, adiós “Nonino”.

¡Soy…! la raíz del país
que amasó con su arcilla.
¡Soy! sangre y piel del “tano” aquél
que me dio su semilla.
¡Adiós “Nonino”… Dejaste tu sol
en mi destino.
Tu ardor sin miedo, tu credo de amor.
Y ese afán, ¡ay!, tu afán
por sembrar de esperanza el camino.
Soy tu panal y esta gota de sal
que hoy te llora, “Nonino”.
Tal vez el día que se corte mi piolín,
te veré y sabré… que no hay fin.


Algunas frases suyas recogidas de entrevistas o escritos diversos dicen cosas como:
Creo en un socialismo humano”;
“Creo en dios a partir del hombre”;
 “Si rebelde es todo aquel que no se conforma, yo soy rebelde”. Ella se consideraba de izquierdas y dejó dicho:
“...ser de izquierdas es una manera de vivir y tiene que ver con el espíritu de ética y honradez, no con el partidismo.”

No fue nunca militante de ningún partido. En coherencia con su actitud no militante no consintió que en 1993 el candidato a la presidencia Aldo Rico utilizara el texto de su canción Honrar la vida para su campaña electoral.

                        (Con elPresidente Raúl Alfonsín)



En Eladia coincidieron tres cualidades que raramente se presentan en un mismo artista: músico, cantante y poeta. Ella era las tres cosas y en abundancia. Aún siendo una excelente intérprete ella prefería la composición. Dar a luz un poema envuelto en música.

 Decía:
“Si el oficio de cantar es hermoso porque permite la comunicación directa y rápida, mucho más lo es el de la creación. Esa condición sin tiempo, esa fuga de la realidad, ese transmutarse en miles y miles de seres que piensan y sienten como nosotros y que esperan encontrar en  nuestro lenguaje el idioma de su sensibilidad, la expresión de lo que sienten y quizás no encuentran cómo decir.”

¿Quién no ha sentido alguna vez el miedo de vivir?
 Ella lo dijo así:

EL MIEDO DE VIVIR

El miedo de vivir es el señor y dueño
de muchos miedos más, voraces y pequeños;
es una angustia sorda que brota sin razón
y crece muchas veces ahogando el corazón.
¡El miedo de vivir es una valentía!
Queriéndose asumir en cada nuevo día,
es tuyo y es tan mío que sangra en el latir
igual que un desafío, el miedo de vivir.

Los miedos que inventamos nos acercan a todos
porque en el miedo estamos juntos, codo con codo,
por temor a que nos roben el amor, la paciencia,
y ese pan que ganamos con sudor y a conciencia...
La soledad es el miedo que se teje callando;
el silencio es el miedo que matamos hablando;
¡y es un miedo el coraje de ponerse a pensar
en el último viaje... sin gemir ni temblar!  


Esta necesaria sensibilidad creativa la tuvo Eladia abundantemente.

Yo no fui buena alumna pero traté de cultivar la lectura, las amistades y mis propias experiencias para tratar de suplir esa falta de información. Por lo tanto- agregaba con cierta sorna -, si no escribo mejor no es porque no puedo: es porque no sé cómo hacerlo”.

Era alegre, vivaz, sarcástica, con un finísimo sentido del humor y de la ironía. Y era también un poco retraída. Quiso estar siempre distante del halago, quizás porque sobrellevaba disimuladamente una gran timidez, la timidez de la persona con talento que sabe que todo se puede mejorar y no se deja dominar por la vanidad o por el pasajero éxito. Quienes no la conocían bien podían pensar que era callada o distante y hasta orgullosa. Nada de eso. En las pequeñas reuniones familiares o amistosas, las que ella prefería, era una castañuela: alegre, graciosa, ocurrente, simpática, mordaz, burlona. Allí surgían en avalancha incontenible sus ancestros andaluces.

No le gustaba, y no quería, hablar de sí misma. Cuando se le preguntaba por alguno de sus éxitos los describía como si fuesen de otra persona. Decía que no aguantaba a los ególatras, a los soberbios. Su modestia no era una pose, como la de muchos que juegan a ser modestos y sólo son patéticos.

Preguntada por si el oficio de la canción se recibe, se aprende o se cultiva, respondía: “¡Las tres cosas, pero trabajando mucho!”.

Sus canciones –más allá de poseer ese inmenso talento creador- eran el resultado de un minucioso y paciente trabajo como si de una obra renacentista se tratara. Surgía la idea de una letra y luego buscaba y elegía cada palabra  cuidadosamente para que tuviera la exacta dimensión y trascendencia de lo que quería expresar y lo encajaba con precisión en las notas musicales. Sabía, como dice en una de sus canciones, “distinguir un sol de un queso y el aroma de un queso del de una flor”.

“Muchas veces me preguntaron cómo se producía en mí el hecho de la creación o si tengo alguna fórmula para componer. ¡No! En absoluto. La creación es un estado mágico, una fuga de la realidad. Hay momentos en que la inspiración puede darse sin buscarla, pero no es lo más frecuente; lo común es sentarse a trabajar para obtener los mejores resultados. Si tuve éxito, éste no fue fácil. Más bien todo lo contrario. Mi carrera se amasó en el esfuerzo y los premios que vengo recibiendo en estos últimos años más que el halago, me producen la satisfacción del trabajo sin pausa a lo largo de todo mi camino.”

Eladia vivió y murió soltera. En su vida privada no voy a entrar. Pero mis dudas sobre cómo pudo ser que una sensibilidad como la suya no se viera rodeada de un amor, me las despeja ella misma con las letras de algunas canciones.


QUÉ BUENA FE.

Si me dan en la cabeza, al momento ni me acuerdo.
Sigo mansa, sigo lerda, siempre igual.
… Yo no sé si soy muy tonta,
siempre lista a entregarme a los demás.
A confiar en los amigos, a creer en los amores,
y en los peces de colores y en la paz universal.
¡Qué buena fe que Dios me ha dao! y ¿para qué?
Me han”estafao”,
estoy más sola que un buzón en una esquina,
más aplastada que una sardina…
Decime, che… ¿de qué sirve?

Yo no sé si me quisieron
pero cuando quise mucho
me pasaron el serrucho.
Cuando más necesitaba esa luz de la ternura
me dejaron bien a oscuras masticando soledad
y me hicieron bien el cuento del amor y la amistad.
Y por eso de cariño tengo secos los bolsillos…




 Sí: amó y sufrió y... que nos lo diga ella:

“Sé que es inmadurez tu altivez,
sé que no se cura con sufrir
pero te recuerdo donde estés
que hace falta amor para seguir.


Yo, tengo ese amor a repartir...
Vos, el dolor de no saber vivir...
Me sobra tanta vida, tanto sol,
que la ternura se me trepa vertical
por la cintura, con su duende angelical.
Cuando pienso que adelante hay más,
vos no sabés la pena que me das.

Y ella misma nos lo acaba de explicar todo cantándonos
     
      SIN PIEL

¡Ya sé! Llegó la hora de archivar el corazón…
De hacer con la ilusión que no me ha de servir
un lindo paquetito con una cinta azul,
guardarlo en el baúl, y no volverlo a abrir…

Es hora de matar los sueños, es hora de inventar coraje,
para iniciar el largo viaje por un gris paisaje…
¡Sin amor!
 Voy aprender a llorar sin sufrir,
sin detenerme a mirar una flor;
a encallecer lentamente
igual que la gente: ¡sin alma y sin voz!
Voy a entender que se puede morir,  
y latir… al compás del reloj;
como una máquina fiel, igual que un robot…

¡Sin piel
Después de haber sentido hasta el dolor
a los demás, de darme sin medir;
de amar sin calcular, llegó la indiferencia
metiéndose en mi piel, pacientemente cruel,                                   
matando mi verdad…
Sabe que no me importa nada…
de alguna vibración pasada; y caminar, narcotizado,   
por un mundo helado…
¡Sin amor!

Está claro, ¿no? Amó... Lloró... Olvidó... y... siguió caminando.
      
                                 -----------------



Vino a Granada como artista invitada al 2º Festival Internacional del Tango. Era febrero de 1990.
Con este motivo escribió una carta, publicada en el diario argentino CLARIN de cuyo texto escojo algunos párrafos:

“Falta poco tiempo para cumplir uno de los deseos grandes de mi vida; se me hace todavía cuento aterrizar en ese sueño largamente querido: cantar en la tierra de mis mayores.
...cuando pienso que... volaré a Granada, la emoción me hace cosquillas en la piel y en el alma. Mis ancestros vuelven con toda la fuerza de mi noble raza andaluza a recordarme que de allí provengo, que ese dulce misterio transferido me conformó de alguna manera, y que voy a reencontrarme, sin haberla conocido antes, con la magia de los cuentos de mi abuela narrándome cosas de su Lanjarón natal, de donde también era mi madre...
... me debía este viaje a Andalucía, me lo había prometido para este año; lo que nunca imaginé es que lo haría profesionalmente.
Pisar un escenario granadino y contarle al público español mis orígenes va a tener un doble contenido emocional: servirá para que ellos sepan por qué cuando nací al arte lo hice abordando el género español y por qué ahora me he convertido en difusora y creadora de nuestro tango, de ese tango que ellos también aprendieron a amar y  están tratando de desentrañar, tal vez sin darse cuenta de que su misterio les pertenece...”



       (En la Fundación F. García Lorca de Fuentevaqueros con Juan de Loxa)

Tuvo el éxito que cabía esperar. Aprovechó su viaje para dejarse caer por sus raíces, por el pueblo de su madre, de todos sus antepasados maternos,  por Lanjarón. Nuestro Ayuntamiento la recibió con todos los honores. Nos dejó un recital de canciones acompañada musicalmente por el Trío Argentino MARCONI.

Debió quedarle buen recuerdo de aquella visita y decidió volver para estar más tiempo con tantos familiares a los que conoció en ese viaje y de los que tanto cariño recibió.

Cuando dejó de recorrer escenarios y ya afectada por un principio de enfermedad maligna, decidió hurgar en sus raíces. Y pensó que ya había llegado la hora de volver. Acaso para despedirse de esta luz, de estos aires serranos. Pero su enfermedad ya no se lo permitió. Y el dolor de la muerte de su hermano José Miguel y de los dos hijos de éste, Miguel Ángel y Gustavo con pocas fechas entre unos otros. Eran los únicos sobrinos que Eladia tenía.

“Hoy vivo la madurez de mi vida y de mi carrera profesional con un profundo agradecimiento para todos los que fueron un ejemplo, un modelo; para todos los que me hicieron gozar con su arte. Siento una especial gratitud hacia mis viejos, que supieron escuchar y ver en mí la posibilidad del arte. Y también para los que no supieron verla y me quitaron oportunidades. Y digo que de éstos aprendí, en gran medida, la enorme diferencia entre el éxito temporal y esa lenta y paciente carrera que amasamos con el sacrificio. Agradezco poder seguir escribiendo `porque la creación es un regalo parecido a una lotería: no les toca a todos. Cuando nos detenemos a pensar a dónde hemos llegado y tenemos aún todo el ímpetu de continuar, nos invade la necesidad de evocar las rutas y tiempos transitados con alegría y dolor y en esa retrospectiva vuelvo al sur, al barrio donde me crié, y aún me parece oír el silbato del tren nocturno y los ladridos de los perros en las noches de luna”.


                  

Desde 2004 se celebra en Lanjarón anualmente un Festival de Tango que precisamente lleva su nombre.
Con estos actos de hoy estamos inaugurando el IV Festival.
Cuando ELADIA supo que se establecía este festival con su nombre escribió las palabras que les voy a leer:

Desde Buenos Aires mi saludo más entrañable al pueblo de Lanjarón, que también es el mío, y al que me enseñaron a querer desde muy pequeña.
Todavía recuerdo con emoción mi primera actuación allí, con presencias muy queridas, y hoy me honra que este Festival de Tango… lleve mi nombre.
Seguramente mi madre y mis abuelos, desde algún rinconcito del cielo, sonreirán complacidos.
Yo aspiro a volver, si Dios quiere pronto, y poder verlos a todos nuevamente, así como al hermoso paisaje de Las Alpujarras.
Mis raíces están en Lanjarón, como también mi corazón.
Los quiero. Hasta siempre…
                                                         Eladia Blázquez.”

Hubiera asistido, lo había prometido, al siguiente, al del año 2005. Quizás a alguno más. Pero no pudo.

ELADIA BLÁZQUEZ murió unos meses antes:
el 31 de agosto de 2005. Tenía 74 años.     

Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir.
¡Porque no es lo mismo que vivir...
honrar la vida!

Hubo en Eladia una absoluta identificación entre su vida y su obra. Una activa y constante insistencia en HONRAR LA VIDA.
                                                  
Hoy, aquí, nosotros la honramos a ella.



Contábamos hoy con la presencia de su prima Brígida, venida desde Buenos Aires para estar con nosotros. No ha podido ser porque ha tenido problemas burocráticos con el pasaporte. Dentro de pocos días vendrá, le contaremos todo esto y ella nos contará muchas más cosas de su prima. Quizás en otra ocasión les volveré a contar todo esto enriquecido con los datos que ella nos traiga y sobre todo para las personas que hoy están ausentes y para las que todo será nuevo. El año que viene, tal vez.

Tampoco ha podido ser por una serie de circunstancias que esté con nosotros hoy Natalia, hija de Brígida, coreógrafa y residente en Madrid. Pero tenemos unas palabras suyas que no me resisto a leerles:
“…el recuerdo de mi tía en nosotros es constante y diario: no hay fecha, ni festival, ni día especial. Todos los días y cualquiera de ellos es recipiente de su memoria. No era la tía que vemos a veces, era la tía de todos los días. Cercana, constante, vital; y de ese modo la extrañamos.”

De la mezcla de sangres de esta familia salió esa flor natural y luminosa que fue ELADIA BLAZQUEZ MINGORANCE a la que nuestro pueblo, su pueblo, vuestro pueblo, rinde hoy homenaje.
Deseo que siga haciéndolo muchos años a través de este Festival del Tango que abrimos hoy y que lleva su nombre.

 .G R A C I A S.    


                                                                 Fernando Rubio.
                                + + + + +

Discografía.

No en el mismo orden en que fueron compuestas pero sí agrupadas como fueron recogidas en publicaciones discográficas, éste es el listado de las  canciones grabadas en LP, principalmente baladas y tangos.
                                 
                       Buenos Aires y yo”
-         desnuda ciudad
-         contame una historia
-         qué buena fe
-         sin piel
-         amor sin aventura
-         maría de nadie
-         humano
-         domingos de buenos aires
-         retazos
-         mi ciudad y mi gente
-         cerrame las ventanas
-         sueño de barrilete

                                    “Eladia”
-         adios nonino
-         ese muchacho, toni
-         honrar la vida
-         el corazón de tu violín
-         gracias, a pesar de todo
-         quiero amarte aquí
-         el miedo de vivir
-         fiesta y milonga
-         mi doble rol

                                  “Somos o no somos”
-    somos o no somos
-         a un semejante
-         patente de piola
-         vamos en montón
-         el coso que tira la manga
-         el corazón al sur
-         la pasión de escolaso
-         la bronca del porteño
-         doña fiaca
-         porque amo a Buenos Aires
            
                                    “Si te viera Garay”
        -     si te viera garay
-         ve y corre hasta el puente, negra
-         la voz de buenos aires
-         un cielo de serenata
-         viejo tortoni
-         tu piel de hormigón
-         invierno porteño
-         abril en mi ciudad
-         y somos la gente
-         vivir en buenos aires

                                        “Yo la escribo y yo la vendo”
-    para entendernos
-         te llaman fueye
-         el precio de vencer
-         el coso que tira la manga
-         el coro
-         si buenos aires no fuera así
-         al de la zurda
-         oyendo tu voz
-         tu rebelión
-         un caballero
-         el miedo de vivir
-         la cartera de economía
                                       
                                         “La mirada”
         -    mi ciudad y mi gente (*)
-         sueño de barrilete (*)
-         el circo y los payasos
-         somos como somos (*)
-         era una vez un poeta
-         el precio de vencer (*)
-         contra viento y marea
-         viejo tortoni (*)
-         la mirada
-         el amor total

                                  Con las alas del alma”
-         con las alas del alma
-         siempre se vuelve a buenos aires
-         milonga en el viento
-         bien nosotros
-         sin piel
-         qué buena fe (*)
         -    cualquiera de estas noches
-         te llaman soledad
-         a un semejante
-         prohibido prohibir
-         argentina primer mundo
-         el angel dormido
-         vivir en buenos aires (*)
-         honrar la vida   


Nota: (*) Publicados por segunda vez.

 
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