Os dejamos con un extracto
de la obra “Lanjarón, historia y tradición” de Juan Gutiérrez Padial relativo a
la Semana Mayor:
Imagen extraída "Lanjarón, Historia y Tradición" de JGP |
[…] Cuando el reloj del
Campanario descargaba cuatro golpes sonoros contra el silencio de la madrugada,
hendíamos los niños la oscuridad fosca y silente del poblado, batiendo
carracas, voceando, descomponiendo la quietud elemental del vecindario adormecido,
como bandada de pajarillos revoltosos: ¡A la procesión de la Soledad!,
gritábamos, en tanto los mayores, cercenando el descanso, echabanse a la calle,
regurgitando bocetos.
Y aparecía la Virgen
por el umbral de la estación en su plena hermosura dolorosa, entre dilatadas
filas de mujeres enlutadas que, levantando el cirial avanzaban de puntillas por
no empañar el silencio. Un silencio pesaroso con levedad de caricia compadeciente
que taladraba los huesos. Silencio resquebrajado apenas por la exclamación
suplicante del padre misionero […].
Al arrimo de la Virgen,
la clerecía –ni autoridades ni banda-. Y el colegio –hermanas e internado-,
abriendo camino a la Señora en chorro de gratitud remota –año 1903-, salvó la
flamante fundación del furor de las llamas. […].
Avanzaba la Virgen
expoliada de la corona y medialuna. Inquiría yo el porqué, saboreando la templanza
de aquella mano dulcísima que tan gustosamente me retenía.
-
¿Y por qué no lleva ahora corona ni
medialuna?
Mi madre demoraba la respuesta.
Seguía yo porfiando hasta alcanzar la explicación convincente:
-
¿Y por qué podrías llevarlas, tan
agobiada de pena por el Hijo ya muerto y sepultado?
Mis ojos se agarraban a
la faz de la Virgen como apurada por una llamarada de fiebre contagiosa.
Efectivamente, el llanto le erosionaba la mejilla escaldada […].
Con la primera claridad
del Domingo, el pueblo rebullía, destellando su blancura como racimo de
brillantes cosidos al lustroso terciopelo de sus campos opulentos de verdor.
Retemblaban las calles en alborozado vaivén de fiesta. Aprestábanse los vecinos
al recorrido procesional, engaste y bochadura del sacrosante Misterio, tan
apasionadamente participado.[…]
Juan
Gutiérrez Padial
Lanjarón,
Historia y Tradición